Oportunidades de cambio: algunas experiencias de trabajo con hombres
- LaOtraBandita
- 8 oct 2021
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Contenido promovido por el Instituto de Experimentación y Formación Artística A.C. con el Centro Cultural La Otra Banda.
Álvaro Campos Guadamuz (Instituto Wem/Costa Rica)
Desde la metodología WEM, las masculinidades se trabajan en la sensibilización para lograr un cambio, se concibe el cambio desde una mirada de construcción social y acción transformadora de las estructuras de poder desigual.
Se considera, además, que el cambio pasa por los imaginarios socioculturales y las subjetividades, por lo cual es necesario trabajar con las personas concretas.
La acciones concretas que se desarrollan en el instituto WEM son tres:
a. Estrategias de trabajo con los hombres: grupos de apoyo y crecimiento personal en comunidades, programa de capacitación comunitaria “escuela para hombres”, formación de redes comunitarias de hombres.
b. Campañas de movilización social: campañas de prevención de la violencia hacia las mujeres, paternidades, anti machista.
c. Capacitación y educación a instituciones: Procesos de formación en género, prevención de violencias, educación de la sexualidad integral.
No solo se trabaja con hombres académicos, sino que en su mayoría se trabaja con hombres de comunidades que nunca se han preguntado “¿qué es eso del género? y ¿qué significa ser hombres?”.
Se trabaja a partir de la incorporación del término subjetividad, reconociendo que es necesario cambiar el manejo de la vida de los hombres. Por tal motivo, se considera que se requiere sacar a los hombres de su zona de confort y que se conecten con el malestar que genera la misma sociedad patriarcal, para reconocer como esta sociedad limita también a los hombres y entender que se tiene que ser corresponsal para el cambio
Las universidades son parte y reflejo de lo que ocurre en la sociedad y por lo tanto, también se ponen en escena las masculinidades hegemónicas, los machismos y las violencias, en este sentido, es necesario realizar trabajos desde las universidades que atienden a:
a. Formación del recurso humano: que pueda ser sensible al enfoque de masculinidades en las diferentes disciplinas.
Guillermo Mendoza Rivera (Secretaría de Salud CDMX)
Se elabora un programa para trabajar con hombres generadores de violencia, el cual desarrolla a lo largo de 6 meses en un total de 25 sesiones, en él se exploran las generaciones de violencias; la mitad del programa tiene una mirada enfocada en detener la violencia desde el trabajo con el cuerpo y las emociones y no solo desde lo intelectual, actualmente en alianza con la UAM se ha transitado a la modalidad a distancia lo que ha permitido que más hombres se integren.
En su mayoría los hombres se aproximan a los grupos de ayuda a partir de la presión que se ejerce sobre ellos por distintos medios, para los hombres es complicado soltar sus privilegios porque estos a través de la violencia los ponen en una posición de superioridad; por esta razón, es necesario incorporar en el trabajo con hombres métodos de escucha activa para así entender a las otras personas y situarnos en la posición de los demás y reconocer que ellos de igual forma pueden llegar a ejercer violencia.
Lo importante del trabajo que se realiza en los grupos es el poder identificar y apoyarnos, siendo auto sugestivos, cuestionándonos lo que pasa en nuestro entorno y cómo puedo aportar para transformar esa realidad.
Los académicos deben cuestionar sus creencias y desde qué posición están compartiendo sus saberes, dejar de lado el complejo de superioridad que de igual forma lleva a ejercer violencia.
Humberto Carolo (White Ribbon Coalition / Canadá)
La fundación “Listón blanco” se posiciona como un símbolo mundial de la lucha contra la violencia hacia la mujer, se pretende que los hombres puedan trabajar de maneras que transformen los conceptos de género con hombres para que, en conjunto con los niños, pueda comenzar a establecerse una reflexión en torno a las actitudes y reconocer que se puede ser parte del cambio a través de la enunciación de las violencias.
Se pretende que los hombres a nivel individual y en términos de comportamiento puedan realizar cambios y apoyar en la transformación a nivel sistémico, normas, políticas y prácticas para que, con ello, se puedan crear sistemas de igualdad y se pueda desafiar el patriarcado, la opresión y las prácticas violentas.
La campaña “los niños no lloran” analiza el impacto de normas de género tóxicas en las vidas de niños y jóvenes y las conexiones entre estas normas y el uso de violencia a manos de los hombres.
Tenemos que transformar nuestros sistemas patriarcales y de poder reconociendo que estas son las raíces de la desigualdad que existe hoy en día, el uso de control y fuerza de los hombres sobre otros debe transformarse. De igual forma debe existir una transformación a nivel individual, lo que implica mirar las normas y los estereotipos de género.
Se debe poner atención a las vulnerabilidades y la historia de trauma de los hombres, es importante en la medida en que reconocemos que cuando se combina con la incapacidad de expresar las emociones de manera saludable, los hombres lidian con su historia de trauma y de dolor usando la violencia, la dominancia, el control y la fuerza, en lugar de buscar ayuda por considerar que esto es signo de debilidad.
Los trabajos deben desarrollarse desde los niños de corta edad para así comenzar a deconstruir los estereotipos tóxicos que los niños reciben a lo largo de su formación de vida, acompañarlos en su proceso de adolescencia y adultez, con ello se espera que puedan desempeñar un papel distinto.
Es necesario comenzar por cuestionar nuestros privilegios y desafiarlos porque eso nos permitirá reconocer las causas de las violencias. Hay que reconocer que todos tenemos un papel que desempeñar si queremos ser aliados en la lucha contra los privilegios. De igual forma se deben reconocer los errores y trabajar en cambiarlos.
Luis Gerardo Ayala Real (Cómplices por la Igualdad/UAQ)
A partir de la asociación civil salud y género se identifica la importancia de trabajar desde el cuerpo y la noción de salud y más aún de salud mental concibiendo bajo una visión de bienestar. Se analizaba además la calidad de la interacción de los vínculos entre mujeres y hombres bajo una visión de igualdad de género, derechos e interculturalidad, tratando de entender las interacciones entre hombres y mujeres, pero al mismo tiempo de mujeres con mujeres y hombres con hombres. A partir de aquí surgen una serie de descubrimientos que permite establecer alianzas con activistas que trabajan con hombres jóvenes en los campos de la salud, la sexualidad, el género y la prevención de las violencias.
Se consideran los siguientes puntos como elementos clave en el trabajo con las masculinidades:
a. Adoptar la necesidad de trabajar desde la educación y la prevención a través de programas
b. Desarrollar investigación respecto al tema.
c. Necesidad de programas de gobierno amplios, lo que ahora se nombra como políticas públicas.
Se trabaja en impulsar una estructura de organización que se aleje y renuncie de lo que la cultura institucional nos deja en el país, imaginar, crear y construir estructuras horizontales y colectivas para la toma de decisiones, buscar el trabajo colaborativo organizado en equipos; esto no está exento de las competencias y las luchas de poder que en ocasiones no se reconocen, sin embargo, se cree que este ejercicio permite ampliar la capacidad de diálogo y escucha y con ello fomentar el respecto y re reconocimiento de la diferencia.
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