El machismo y la transformación de los hombres en el siglo XXI
- LaOtraBandita
- 8 oct 2021
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Contenido promovido por el Instituto de Experimentación y Formación Artística A.C. con el Centro Cultural La Otra Banda.
En el marco del “encuentro Interuniversitario sobre hombres y masculinidades. Contra las violencias y los privilegios machistas en las universidades”, la conferencia que lleva por título “el machismo y la transformación de los hombres en el siglo XXI” impartida por Michel Kaufman, se desarrolla en cuanto al reconocimiento del contexto en el que nos situamos el cual, se percibe como un momento de cambio que permitirá llegar al final del problema del machismo y la violencia que se ejerce sobre las mujeres las cuales han comenzado a manifestar y visibilizar el abuso en los instintos espacios; han llevado al gobierno a la reforma de las leyes para acabar con estas prácticas y han emergido colectivos activistas que muestran su resistencia ante estas condiciones de violencia.
Michael Kaufman, es reconocido por su trabajo como asesor, activista y escritor, entorno al involucramiento de los hombres en la defensa de los derechos de las mujeres y la trasformación positiva de las propias vidas de los hombres; es, además, cofundador de la coalición “listón blanco”, desde donde se trabaja en la búsqueda de poner fin a la violencia contra las mujeres, trabajó con cincuenta países en conjunto con naciones unidas, asociaciones civiles y de mujeres, universidades, gobiernos. etc. Reconocido como una de las cien personas más influyentes de la política mundial hacia la igualdad de género, por la asociación internacional de funcionarios públicos. Autor del libro “ el tiempo ha llegado, porqué los hombres deben de unirse a la revolución de la igualdad de género” y la novela “la última salida”.
Kaufman parte del reconocimiento de la capacidad del ser humano para ser violento contra su propia especie, así posiciona esta condición como uno de los elementos que han estado presentes en el desarrollo de las distintas sociedades. Expone una distinción en donde reconoce que esta condición de violencia se presentaba con menos frecuencia en aquellas sociedades en las que existia una alta equidad entre hombres y mujeres en todos los aspectos que corresponden a la vida social, y por el contrario las sociedades que presentaban organizaciones patriarcales o con control machista se caracterizaban por ser las más violentas.
En su artículo, “las siete p´s de la violencia de los hombres”, Kaufman expone la realidad de las sociedades que siguen siendo dominadas por los hombres, en donde la remuneración económica por trabajo es más alta para los hombres que para las mujeres, en donde la mayoría de los líderes religiosos y políticos son hombres, donde se entrenan grupos de hombres para matar, la mayoría de las economías mundiales están controladas por hombres, los atletas con mayor reconocimiento son hombres, las mujeres son relegadas al trabajo doméstico, y el cuerpo de las mujeres es explotado como mercadotecnia a través de la sexualización. Se piensa que estas condiciones de violencia utilizadas por los hombres están encaminadas a mantener su poder en las relaciones, las sociedades, viendo a la violencia como una herramienta para mantener el poder en las relaciones domésticas, laborales, etc.
Kaufman pone en discusión si los hombres tienen privilegios, a lo que responde que algunos hombres se sienten con el derecho de usar violencia para obtener lo que quieren de una mujer, destaca que estos patrones de conductas violentas se han presentado en las sociedades porque así se ha permitido, en el sentido de que no se ha trabajado en la construcción de leyes que atiendan de forma adecuada las cuestiones que respectan a la violencia de género.
La sociedad ha determinado en gran parte estos patrones de conductas violentas, la sociedad que ha sido dominada por hombres ha desarrollado la crianza de los niños a partir de la expectativa de que estos tienen que corresponder a lo que implica ser hombre, por lo cual se les inculca el ser fuertes, no sentir miedo, no mostrar sus emociones y sentimientos, se le ha relegado a un carácter frio.
Es entorno a esta construcción social del hombre que Kaufman desarrolla su trabajo académico y activista, bajo el concepto de “la paradoja del poder de los hombres” o las experiencias contradictorias del poder de los hombres, en él, se destaca cómo el hombre experimenta vulnerabilidad por el apoderamiento del mundo por ellos mismos, razón por la cual muchos hombres usan violencia para ejercer poder y compensar sus emociones de debilidad e inseguridad, de no ser “hombres verdaderos”.
Finalmente, Kaufman considera que existen diez elementos que son necesarios para terminar con la violencia que se ejerce de los hombres hacia las mujeres:
1. Se requiere de una sociedad equitativa en cuestiones de género, y que al mismo tiempo sea capaz de ofrecer respeto a la diversidad de expresiones, no debe existir lugar para el patriarcado.
2. Existe una necesidad de generar políticas y acciones que apoyen de forma económica y moral a las organizaciones de mujeres, para que estas logren su existencia y florezcan.
3. El apoyo activo a las organizaciones a través de una reforma legal que aborde las necesidades de las mujeres.
4. Capacitación a policías y jueces para actuar conforme a la ley en situaciones propias, capacitación y programas para líderes religiosos, trabajadores sociales, maestros, acciones en las escuelas y lugares de trabajo encaminadas a terminar con el acoso sexual.
5. Apoyo en las escuelas y lugares de trabajo para las mujeres que experimentan violencia, así como iniciativas dirigidas a acabar con la violencia sexual.
6. Pagas y oportunidades laborales equitativas para que con ello las mujeres puedan obtener y gozar de independencia económica.
7. Trasformar la crianza de los niños para ser hombres, acabar con las expectativas sobre la masculinidad. Y así, se asuman las mismas responsabilidades y obligaciones, sin importar el género.
8. Trasformar los roles de los padres y así, los hombres se vuelvan padres iguales, compartiendo las responsabilidades y los trabajos dentro y fuera de casa, propiciando que todo sea de forma equitativa.
9. Se necesitan campañas públicas para comprometer a los hombres como padres, colegas de trabajo, como individuos trabajando en contra de la violencia hacia las mujeres.
10. Necesitamos a cada uno de los hombres de las distintas sociedades, en la lucha activa por la revolución de la equidad de género, hombres cuestionando a otros hombres, ser parte de la agenda de la revolución.
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